Un buen instructor de equitación no necesariamente quiere decir que sea el mejor jinete del mundo, lo que debes buscar en él es que tenga el don de la comunicación, y que transmita efectivamente sus ideas. A continuación te damos una serie de consejos para que sepas si tienes un instructor adecuado.
En primer lugar, antes de decantarte por uno, puedes preguntar entre tus amigos o conocidos que tengan caballos. También puedes dirigirte a una Federación Hípica o buscar por Internet o en las páginas amarillas de tu zona.
A continuación visita las instalaciones y observa una clase. Si fuera posible, participa en ella para que te des cuenta de la personalidad del instructor. Trata de hablar con él y pregúntale qué experiencia tiene y qué tipo de clases imparte (por ejemplo doma o salto) y a qué niveles.
Una vez hayas reunido esta información, hazte las siguientes preguntas y decide en función de las respuestas:
- ¿Da las instrucciones en un lenguaje fácil de entender?
- ¿Pone atención a todos los participantes o solo a uno?
- ¿Tiene paciencia o la pierde al más mínimo error?
- ¿Tiene una preparación profesional?
- ¿Que certificación tiene?
- Investiga su reputación como instructor
- ¿Procura tomar medidas de seguridad?
- Pon atención si el instructor castiga y maltrata a los caballos. Recuerda que la fuerza y la brutalidad no logran nada, al contrario.
- ¿Procura tomar medidas de seguridad?. Entre ellas, los alumnos, ¿usan casco?
- ¿Asigna los caballos según el nivel de monta de cada alumno?
- ¿Saltan sólos los alumnos o únicamente en presencia de un entrenador profesional?
- ¿Es una persona disciplinada, puntual y constante?
- ¿Cuanto tiempo lleva dando clases en esas instalaciones o es de los que suele rotar de escuela en escuela?
- ¿Suele faltar al respeto en sus comentarios o mantiene la educación en todo momento?
- ¿Sus clases comienzan a tiempo o hay que esperar a ver a qué horas decide impartirlas?
Según tu propio nivel de equitación, busca a un instructor que haya preparado jinetes avanzados para que te pueda ayudar en tu progreso y no te quedes estancado. Asimismo, sincerate con el instructor y dile cuáles son tus inquietudes y metas ya que la formación variará en función de si quieres sólo aprender a montar para salir de paseo con tu caballo o, en otro extremo, llegar a competir en concursos oficiales.