El jinete gallego Manuel Añón ha pasado en poco tiempo, de ser una de las jóvenes promesas de la hípica española a competir directamente con grandes figuras para lograr mantener su nombre entre ellas.
¿Por qué decidió montar a caballo?
Fue una casualidad. Me llevó un amigo a probarlo, me gustó y, al final, me apunté. No fue que me forzara ningún familiar ni nada.
Monta con Gilbert de Rock. ¿Por qué él y no otro entrenador?
Fue otra casualidad. Tenía otro entrenador que al final me falló, y el único que estaba allí, por decirlo de alguna manera, era él. Nos ha ido bien y ya llevamos dos años juntos.
De los españoles que están concursando a un alto nivel, usted es el más joven. ¿Qué supone esto?
Lo que cuenta es la experiencia, y yo he tenido la suerte de tener muy buenos caballos que me han dado mucha. Aunque no tenga el nivel de otros jinetes, sí tengo un par de años en alta competición y un buen número de grandes premios importantes acumulados. Joven sí, pero llevo rodando unos años.
No es la primera vez que acude a competir a Gijón. ¿Qué es lo que más le gusta del concurso?
Lo que más me gusta, sin duda, es el estadio y el ambiente del público, que es impresionante.
¿Tiene algún amuleto o alguna forma especial de concentrarse antes de salir a competir?
Desde que empecé a montar he tenido muchas manías que han ido cambiando a lo largo de los años, empezando por montar con el mismo cinturón. Es como todo, si la semana pasada has ido a un concurso que te ha ido bien haciéndolo de una manera, intentas copiarlo la siguiente para que te salga igual.
Un jinete favorito.
John Whitaker.
Entrevista e imagen (Juan Plaza) originalmente publicados en lne.es