Los vecinos de Barro (Curro, Pontevedra) estaban tan hartos de los daños que los caballos salvajes de los montes cercanos causan en sus cultivos y fincas que el viernes decidieron encerrar a un grupo de equinos en una finca del lugar de Bretoña, en la parroquia de Curro. Son nueve caballos, algunos con trancas en las patas, y dos potros.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y Protección Civil de Barro fueron informados y se desplazaron hasta la zona para hablar con los afectados.
Sin embargo, ya de madrugada, los caballos retenidos fueron soltados y los vecinos atribuyen esta acción a miembros de la Asociación Cabalar Monte Castrove, organizadores de las rapas. Este colectivo se comprometió a asumir los daños ocasionados por los equinos.
Imagen: Joel Martinez para lavozdegalicia.es