Todos los años, desde 1943, la familia real inglesa abre los jardines privados del castillo de Windsor, en el condado de Berkshire, para que los aficionados a la hípica disfruten del 'Royal Windsor Horse Show'.
Durante cinco días, desde el pasado miércoles hasta ayer domingo 15 de mayo, 3.000 caballos y ponis trotaron por los jardines de Su Majestad y participaron en pruebas y espectáculos de lo más variados: hubo competiciones de obstáculos, carreras de carruajes, exhibiciones de doma, partidos de polo...
La gente que acudió al castillo, compró su ticket (cuesta unos 22 euros) y pas´p una jornada viendo caballos y aristócratas, que tampoco reununciaron a exhibirse en una ocasión tan señalada.
Las puertas de los jardines, ubicados bajo la imponente muralla del castillo, se abrieron a las siete y media de la mañana y no cerraron hasta la noche.
fuente: laverdad.es