El informe emitido por el veterinario de la entidad foral que acudió a examinar a los equinos no llega a confirmar problemas aparentes de salud, si bien reconoce que el estado de los animales era mejorable en materia de limpieza y mantenimiento de la capa de pelo. Sin embargo, el documento apunta asimismo que todos ellos «tenían acceso a alimento -forraje verde, paja y avena- y agua», por lo que a su juicio el estado vital de los burros y caballos no estaba comprometido. Además, asegura que estaban correctamente identificados. Sin embargo, los asnos vivían en un local en un estado deficiente que no cumplía las directrices que marca la ley, que establece que han de ser albergados en explotaciones registradas que cumplan con las condiciones mínimas de sanidad y bienestar animal.
Carta de la Diputación
El miércoles los burros y caballos desaparecieron de su lugar habitual aunque la Diputación no pudo confirmar que ese cambio respondiese a sus indicaciones, las cuales los propietarios recibieron «por escrito una carta formal en la que se solicita una mejor atención para los asnos así como que estén en un lugar más adecuado». De todos modos, el dueño, quien no dispone de una estancia adecuada y en buenas condiciones para alojarlos, ya se ha comprometido a retirarlos de Basauri y trasladarlos a un albergue en La Rioja en el plazo estipulado.